Su evolución en España

#ComercioLocalEsVital

Los inicios del comercio local

En la España de la posguerra, las tiendas de barrio representan el modelo de comercio estándar. De este modo, los hogares satisfacen sus necesidades básicas de productos y servicios sin salir de su barrio. Es la edad de oro de los pequeños comerciantes. En esa época, los consumidores gastaban la mayor parte de sus ingresos en la economía local.

Los años 70 y 80, el crecimiento de la gran distribución

Ya entrada la década de los 70, España vio el asentamiento de la gran distribución y el consumo masivo impulsado por un contexto económico favorable. Las ciudades se estaban remodelando y empiezan a surgir los supermercados en los barrios. 

En la década de los 80, los centros comerciales y los hipermercados eran los reyes, pero la creciente urbanización alumbró la primera conciencia del medio ambiente y del consumo excesivo. Los suburbios se estaban expandiendo y se creaban empresas medianas para satisfacer necesidades distintas. Los pequeños comerciantes están cada vez más debilitados, especialmente las empresas independientes. Los centros de las ciudades se volvieron más uniformes con más y más cadenas de tiendas en las principales ciudades. Esta es una realidad que todavía se puede ver hoy a nivel mundial en el paisaje urbano con los mismos letreros instalados en todo el mundo.

Finales del siglo XX, la llegada de Internet y el declive del comercio local

Desde finales del siglo XX y con la llegada de Internet, el cliente se volvió cada vez más exigente porque tenía una mayor variedad (tiendas locales, supermercados, tiendas especializadas, comercio electrónico) y » mejor información” (comparadores, opiniones, etc). El comercio de proximidad pierde terreno en beneficio de estas tiendas online y de los centros comerciales.

Década de 2010, nuevas tendencias fomentan el consumo local

La reciente aparición de tendencias a favor del «consumo local» acompañado de una acción pública a favor del comercio de proximidad ha permitido a los pequeños comerciantes recuperar un renovado interés entre los consumidores. Al presenciar estas nuevas formas de consumo, la distribución mayorista tuvo que adaptarse a esta demanda de proximidad de los consumidores mediante la creación de pequeñas áreas comerciales adaptadas al tamaño de cada tipo de municipio. 

En unas pocas décadas, el panorama del comercio en España ha cambiado significativamente. Ha sido interdependiente en un entorno social, económico, tecnológico y sobre todo ecológico. En 2016, el sector comercial al por menor empleó no menos que el 55,7% del personal ocupado de España (datos de la “Estadística Estructural de Empresas: Sector Comercio” publicada por el INE en junio de 2017).